viernes, 31 de agosto de 2012

Golden Gate y Mendocino Coast



Marchábamos de San Francisco, pero no podíamos hacerlo sin antes atravesar su mayor exponente turístico, el Golden Gate. Si cruzas el puente en coche para entrar a la ciudad tienes que pagar 6$, al hacerlo en dirección contraria nos salió gratis.



Tuvimos muchísima suerte, nos tocó un día despejado y soleado. Más de uno nos había contado que había llegado al famoso puente y tan siquiera lo había podido ver porque estaba totalmente cubierto por la niebla. En realidad es lo que suele ocurrir así que nosotros podemos darnos por satisfechos.


Nada más cruzar el puente a mano derecha hay un desvío para parar en un mirador. Nosotros llegamos a eso de las 9:30 am y ya estaba el parking a reventar, así que recomendamos madrugar porque si no te toca hacer cola. Este punto está muy concurrido porque si el tiempo acompaña consigues unas vistas fabulosas de la ciudad desde la otra orilla y, obviamente, también del Golden Gate.


Siguiendo la carretera se llega a Sausalito, un pueblo turístico pero con encanto. Tiene un bonito embarcadero y muchas tiendas caras y restaurantes. Lo cierto es que lo vimos de pasada porque Chris no quiso parar.

Así que continuamos por la carretera 101 que nos debía llevar a nuestro destino final, Fort Bragg. Allí nos separaríamos del que había sido nuestro compañero de viaje durante exactamente un mes porque nosotros nos habíamos comprometido con un nuevo voluntariado en un hotel.


La parte más interesante es a partir de la salida por la carretera 128, una estrecha carretera que atraviesa los frondosos bosques de redwoods, o sea de secuoyas gigantes. Nosotros los descubrimos por casualidad pero fue una verdadera suerte disfrutar de los árboles más grandes del mundo sin pagar ni un solo dólar.


La distancia que separa San Francisco de Fort Bragg es de unas tres horas en coche pero nosotros le dedicamos mucho más porque el camino es uno de los más interesantes que hemos hecho en EE.UU.  El atractivo reside en que atraviesa la zona de viñedos californianos, donde se producen algunos de los vinos más cotizados a nivel mundial.



Nosotros paramos en tres bodegas pero por la misma carretera encuentras más de una decena y en todas ellas ofrecen degustación gratuita. Chris no pudo disfrutar de los vinos, lo primero porque conducía y lo segundo porque es menor de edad, pero Jordi y yo nos pegamos un festín. Tenemos que destacar los vinos del viñedo Navarro, deliciosos aunque bastante caros, la botella más barata a partir de 15$.


Después de la cata de vinos paramos en Mendocino, que es el pueblo más importante de la zona. Nos lo habían descrito como una población donde parece que el tiempo se hubiera detenido en los años 50. Básicamente es un lugar turístico, no hay nada salvo casas, tiendas de souvenirs, hoteles y por supuesto la playa. Un lugar muy agradable para pasar un par de días y desconectar del mundo.



Y finalmente llegamos a Fort Bragg. Chris nos dejó en la puerta del Weller House Inn, o sea, el hotel que será nuestra casa durante al menos 15 días. Él seguía camino hacia el norte hasta llegar a Vancouver, ¡le deseamos suerte en el futuro!


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola guapíssims!!!!
Veiem que seguiu igual de bé o més.
Després de l'estiu (aqui ja fa fred. Avui a Vic 9ºC) hem tornat a posar-nos al dia de les vostres incursions als EEUU. Gairebé podriem dir que és com si féssim el viatge amb vosaltres.
Per aquí tot marxa amb normalitat, i per cert ha costat una mica posar-nos al dia del vostre viatge, la cosa s'havia anat atrassant.
I... ja està bé que treballeu una miqueta que s'us podria oblidar el que és treballar.
Apa, a disfrutar i que tot us seguiexi anant tan bé com fins ara.
Des de Vic, molt petons de nosaltres quatre, i segur que dels avis també.

Jordi - Tamara dijo...

Aixi que us heu perdut tota l'aventura per uSA?? ja us podeu posar al dia que us la preguntarem ciutat per ciutat!!

Em sembla que això del treballar es com anar amb bici, que no s'oblida mai.

Us tornem els petons desde la freda california, aqui no tot són platges.

ALBERTO dijo...

¡POR FIN PARÁIS UN POQUITO! Hasta yo me he cansado de tanto ajetreo. Preciosa San Francisco y alrededores. Lástima que nos pìlle un poco lejos... Algún día igual mando a Alicia a aprender inglés a California y con la excusa vamos a visitarla. ¡Mucha suerte en vuestro nuevo destino!

Jordi - Tamara dijo...

No sé a quién le hará más ilusión lo del curso de inglés en California si a Alicia o sus papis para tener una excusa para viajar! jajajaja.
Besos a la family!