martes, 13 de diciembre de 2011

Buenos Aires querido

Buenos Aires NO decepciona; llevamos cinco días en esta maravillosa ciudad y no nos cansamos de recorrerla, suerte que aún nos quedan cinco más!!!

Lo cierto es que llegar hasta Bs As no fue un camino fácil. En un viaje como el que estamos haciendo nosotros ahorrar se convierte en una prioridad, por ello escogimos el transporte más económico pero también el más lento: un onibus que “agarramos” (desde que estamos en Argentina hemos eliminado de nuestro vocabulario la palabra “coger”) en nuestra última parada brasileña, Balneario Camboriú, y que nos llevó durante 27 largas horas hasta la ciudad porteña. Bien, os podéis imaginar cómo llegamos, como si nos hubiera pasado una apisonadora por encima.

Cuando uno piensa en la capital argentina le vienen a la cabeza una serie de tópicos, tango, Gardel, nostalgia de tiempos pasados mejores, los porteños y su verborrea, Perón, empanadas, bife, fútbol, Maradona… No es mentira; Bs As es todo eso y mucho más. Nosotros llegábamos de Brasil y nos habíamos acostumbrado a las ciudades brasileñas con ese “sí pero no”, vamos que sí porque todas tienen algo especial que te encandila y al mismo tiempo tienen ese no que suele estar ligado a la inseguridad o falta de infraestructuras. Y de pronto saltamos de país y aparece Bs As, tan similar a nosotros y tan diferente a la vez, con sus pinceladas que te hacen pensar en Madrid y en Barcelona a ratos, y limpia y que por fin puedes volver a pasear sin temor a que te roben la cámara o el bolso (bueno, claro está que en el metro y algún barrio mejor vigilar…), y sus calles huelen… ¿a qué?, pues a carne a la parrilla, empanadas, pizzas y pastas.


Hay otra cosa buena, pero que muy buena. Bruno, nuestro CS en Sao Paulo, nos pasó el contacto de su mejor amiga que casualmente está viviendo en Bs As. Sarah y su marido Leo nos han acogido en su fabuloso dúplex en el barrio de Chacarita. Se ve que este barrio antes tenía muy mala fama pero la zona en la que estamos nosotros tiene pinta de irse a convertir en un nuevo sitio de moda en la ciudad por la influencia de Palermo (otro barrio cercano muy popular) Son un encanto y ellos también planean un cambio de vida…un año sabático por la India y Europa… pero ya tendremos tiempo de hablaros más de ellos, ahora seguimos con Bs As.

Llegamos a Bs As el miércoles pasado y no fue un día muy productivo (turísticamente hablando) porque acarreábamos el cansancio del maldito autobús. Pero bueno, dimos un paseo por uno de los barrios más populares de la ciudad, Palermo. En realidad no hay un único Palermo, lo porteños lo dividen en varios distritos, todos con nombres…ejem, poco originales: Palermo Soho, Palermo Hollywood… hasta donde estamos viviendo que ahora lo han bautizado como Palermo Queens. Es chulo, muy tranquilo y repleto de tiendas de ropa con mucho estilo y restaurantes de moda, rollo el Born de Barcelona.

El jueves decidimos unirnos a una ruta guiada a través de una agencia que se llama Free Tour, es decir que, como su nombre indica, el tour es de gratis. Partimos de la Plaza del Congreso por la Avenida Ribadavia, cuya característica principal es que va del este al oeste y divide a la ciudad en norte y sur, además todas las calles cambian de nombre al cruzarse con esta avenida; vamos que una misma calle tiene un nombre al norte y otro al sur, curioso no?? Y seguimos por Avenida de Mayo, que es una de las arterias principales de la ciudad, sobre todo porque allí transcurren todas las manifestaciones que al parecer son muy numerosas, ya que al final de esta avenida se encuentra la Casa Rosada. Caminando por la popular avenida te cruzas con la Avenida 9 de Julio, de la cuál los porteños afirman orgullosos que es la más ancha del mundo. La guía nos aclaró que tal dato no es cierto (aunque sí que lo era cuando se inauguró) ya que en Brasilia está la avenida más amplia de la actualidad; pero nos dijo que no nos molestáramos en discutir esto con un porteño porque lo romperíamos en corazón. Bien, como dijimos antes, al final de la avenida de Mayo está la conocidísima Plaza de Mayo, donde desde hace 33 años se reúnen cada jueves a las 15h las madres de los desaparecidos durante la dictadura militar. La guía nos explicó que hoy en día estas mujeres no están bien vistas por los argentinos. Que durante los años de la dictadura y posteriores sí que merecieron el respeto y credibilidad de los ciudadanos, ya que es cierto que buscaban a sus hijos “desaparecidos” por el régimen; pero que hoy en día están bastante politizadas y se arriman al partido de turno por intereses económicos. En la Plaza de Mayo también está la Catedral, muy bonita pero que no tiene el aspecto típico de una Catedral, y por supuesto la Casa Rosada, que debe ser la única casa presidencial de color rosa del mundo. La guía nos dijo que hay dos versiones del porqué del color rosa, aunque ninguna de ellas está confirmada como verídica.  La primera dice que el rosa representaba la unión entre los dos partidos principales del s.XIX, los federales, cuya bandera era roja, y los unitarios, de bandera blanca. Después se supo que en realidad los unitarios se representaban con el color celeste, así que no tiene ningún sentido. La segunda teoría es la de que en esa época la pintura era muy cara, así que utilizaron pintura a la cal mezclada con sangre bovina y de aquí que es color resultante fuera rosado. La ruta acabó en el Obelisco, construido en 1936 con motivo del cuarto centenario de la fundación de la ciudad y que es considerado el icono de Bs As. También es el punto donde se reúnen los ciudadanos para todas las celebraciones populares, como las victorias futbolísticas.

Congreso

Símbolo del pañuelo de las Madres de Mayo

Plaza de Mayo

Catedral Metropolitana

Casa Rosada


Obelisco

La tarde de nuestro primer día oficial en la Capital Federal (que es el otro nombre que recibe Bs As) fue más relajada, con un paseo por Puerto Madero que es un nuevo barrio construido en torno al antiguo puerto de mercancías. Muy bonito y pijo, con pisos y oficinas de diseño. Las grúas las dejaron como adorno.

Puente de Calatrava, igual que el Maremagnum pero al revés.



El viernes fue un día movidito. Teníamos la guía de Brasil que queríamos cambiar por una de Argentina y nos habían dicho que el Plaza Italia hacían compra-venta de libros usados así que allí nos fuimos. Las guías de Argentina que encontramos eran del año catapún pero conseguimos vender la nuestra…nos pagaron bastante mal teniendo en cuenta que sólo tenía dos meses de antigüedad pero al menos cargamos con un bulto menos.

Fue un día de largas caminatas, más de 9 horas sin parar de andar que nos llevaron por el Jardín Japonés, la Plaza de las Naciones Unidas para ver la Floralis Genérica y hasta el barrio de Recoleta, con la Parroquia Ntra. Sra. Del Pilar y el famoso cementerio. Como broche final fuimos a las 19h al Planetario para ver un show de tango con motivo del Día Mundial del Tango.



Floralis genérica, se abre con el sol.



Después de andar tanto, nos merecemos un pequeño tentempié

El sábado nos lo planteamos de forma más tranquila. Como nuestro objetivo era estar a las 17h en el Casal de Catalunya, en el barrio de San Telmo, para ver el clásico Madrid-Barça, decidimos ir a pasar el día por sus alrededores y ver la otra cara de San Telmo, ya que este barrio es famoso por la feria de antigüedades que se celebra cada domingo por la mañana. Aunque como va siendo habitual en nuestro viaje las festividades nos persiguen. Lo tuvimos complicado para llegar hasta San Telmo ya que la ciudad había quedado dividida en dos por la fiesta de la reelección de la presidenta Cristina que transcurría a lo largo de la Avenida de Mayo.




Del Madrid-Barça no hace falta decir nada más, ya sabéis todos cómo acabó. Tan solo mencionar que en Casal de Catalunya había unas 500 personas, tanto catalanes, españoles o argentinos pero todos con el sentimiento culé.




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