miércoles, 2 de noviembre de 2011

bye bye Jeri...

Cerramos una etapa. Dejamos Jeri y con ella despedimos nuestra primera experiencia como workawayers. Durante las últimas dos semanas, la Pousada Aqua ha sido nuestra casa y, al mismo tiempo, nuestro lugar de trabajo. Pero también nos hemos divertido y hemos conocido a gente de lo más variopinta, entre ellos a alguno que en el futuro puede ser un buen contacto.
 
Haciendo balance la opción workaway ha sido positiva, no descartamos volver a repetirlo si tenemos la oportunidad. Es cierto que cinco horas al día de trabajo te impiden realizar actividades de un día, pero si lo que necesitas es ahorrar algo de dinero es una buena opción. Lo mejor ha sido el trato diario con los lugareños que, a pesar de las barreras lingüísticas, hacíamos lo imposible por hacernos entender. 
 
Nos ha sorprendido el bajísimo nivel educativo de la zona; sin duda esto constituye una lacra para el desarrollo económico y social de Cearà. Era habitual ver a niños por la calle en horario escolar y no daba la sensación de que nadie se escandalizara por ello. Los niños no deberían cruzar a los buggys de una orilla a la otra en barca, ni cabalgar por la playa gritando a los guiris que si quieren dar un paseo en caballo. Creemos que es muy difícil que una persona que haya nacido en una zona rural pueda evolucionar, si es realmente lo que quiere. En España una persona que viva en la montaña puede tener la misma educación y ser igual o más rica que la que vive en una gran ciudad, aquí en la zona de Ceará es imposible. Por ejemplo, dos de las chicas que trabajaban en la pousada eran más jóvenes que nosotros y tenían serias dificultades para leer o escribir, así como para identificar geográficamente los países. 
 
Nosotros también les debíamos resultar terriblemente extraños. No podían entender como llevando 6 años juntos no teníamos hijos ni estábamos casados. En esta zona los niveles de natalidad siguen siendo muy altos, lo cuál es inversamente proporcional a sus posibilidades económicas. Los salarios de los locales son muy bajos, al parecer las chicas empleadas en las pousadas cobran unos 600 BRL al mes (menos de 300€), mientras que una persona con estudios en una ciudad no gana menos de 4000 BRL (mucho más que el actual salario de mileurista español para licenciados o no…)
 
La anécdota es que Rosa (la chica que cocinaba en la pousada) se quedó mucho más tranquila después de enseñarnos a cocinar tapiocas porque así volveríamos con experiencia laboral a España!!!!
 
Nuestra casa durante 17 días:









Castanha, Fernanda, Leticia y Tamara


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